miércoles, 1 de febrero de 2012

Fracasa política de subsidios en la banca


En un intento por impulsar el desarrollo de áreas estratégicas la administración de Hugo Chávez, durante los últimos cinco años, ha obligado a la banca a otorgar crédito abundante a muy bajas tasas de interés a los agricultores, la manufactura, el turismo y el sector hipotecario, pero a pesar del millonario subsidio en que se traduce esta política, el resultado no ha sido el esperado. Las estadísticas señalan que en 2011 el subsidio otorgado por las torres financieras a los sectores protegidos, cobrándoles tasas de interés preferenciales y no las que exige al resto de las empresas y particulares, asciende a 13 mil 205 millones de bolívares.
En promedio, quienes se desempeñan en las áreas estratégicas obtienen financiamiento a una tasa de 12% y el resto de la economía a 22%, no obstante, la respuesta ha sido fría. El año pasado los créditos dirigidos al sector agrícola registran un salto de 49,9% que representa una inyección de 20 mil millones de bolívares y sin embargo la producción en rubros clave declinó, a la vez que se redujo el número de trabajadores en el campo. En los últimos doce meses los créditos a la manufactura aumentan 73,4% y la producción del sector continúa por debajo de la de 2008, la capacidad utilizada de la industria es baja y las exportaciones no petroleras permanecen estancadas al mismo nivel de 1999. En el área hipotecaria, donde el financiamiento aumenta 32,3% en 2011, ha sido evidente el poco crecimiento al punto que el Gobierno ha tenido que lanzar un plan especial de construcción de viviendas para atender a una amplia capa de la población. Ejecutivos financieros consideran que ha quedado claro que una estrategia de impulso a distintos sectores de la economía requiere, además de créditos, de un entorno de negocios más favorable. En un ambiente signado por control de precios, control de cambio, expropiaciones, falta de insumos y sobrevaluación de la moneda, es difícil que aumente la producción y por tanto el crédito tiende a filtrarse hacia las importaciones. Un factor a tomar en cuenta es que todo indica que solo una mínima parte de los préstamos se destina a la inversión. Tras dos años de fuerte caída el dinero destinado a la compra de máquinas, equipos y edificaciones que permiten ampliar la capacidad de producción tan solo aumenta 1% en 2011 y se mantiene 13% por debajo del nivel alcanzado en 2008. El Banco Central sólo ha difundido un número global sobre la inversión del año pasado, sin discriminar entre el sector público y el ala privada de la economía, pero todo indica que ésta última es la que cuenta con menos oxígeno. Entre 2007 y 2010 la inversión privada registró un alarmante descenso de 43% y sin mayor variación en el entorno de negocios es muy poco probable que haya habido un repunte importante. Nelson Merentes, presidente del Banco Central de Venezuela reconoce en su informe de 2011 que la inversión "experimentó cierta volatilidad en el transcurso del año y un comportamiento heterogéneo entre sus componentes". El déficit de inversión se traduce en que una vez las empresas utilicen todas las máquinas que tienen disponibles para producir el crecimiento de la economía tocará techo y la creación de empleo en el sector formal continuará sin avanzar lo suficiente. A finales del año pasado el Gobierno constató que a pesar del alza en los créditos la producción agrícola no era la esperada, pero lejos de plantearse una revisión de políticas, afirmó que realizaría auditorías enviando brigadistas a las fincas. Tomado de El Universal.

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