sábado, 9 de junio de 2012

Cayó 6,9% la producción en sector de alimentos



Las cifras del Banco Central de Venezuela (BCV) correspondientes al primer trimestre del año revelan algunos datos poco alentadores. Aunque el Producto Interno Bruto (PIB) reflejó un salto de 5,6% con respecto al año pasado, un sector estratégico para el desarrollo nacional como el de la producción de alimentos se redujo en 6,9%, de acuerdo a los números presentados ayer por Jorge Giordani, ministro de Planificación y Finanzas, y Nelson Merentes, presidente del BCV. La cifra no es aislada, sino que confirma el declive que comenzó en el cuarto trimestre de 2010.
Desde entonces el segmento referido a la fabricación de alimentos, bebidas y tabaco acumuló 5 trimestres consecutivos de descenso. En el período enero-marzo de este año se repite el bajón de 6,9% vivido en el último trimestre del año pasado. Varias son las causas que enumeran en la agroindustria para explicar la situación. Regulación de precios, problemas para obtener materia prima y empaques y el efecto nocivo de los apagones en diversas zonas del país son algunos de los más citados. Con respecto a los precios el problema principal es que al permanecer sin variación por largos períodos de tiempo, las empresas van perdiendo rentabilidad y, en consecuencia, incentivos para producirlos. "Es injusto que las empresas con productos regulados sigan perdiendo dinero (...) La política de establecer cuotas no resuelve el problema, deja un importante porcentaje de la producción sin precio justo y las empresas, en general, vamos a seguir perdiendo dinero en el porcentaje que está regulado", declaró en febrero pasado Pablo Baraybar, presidente de la Cámara Venezolana de la Industria de Alimentos (Cavidea). Las dificultades para adquirir la materia prima para la producción de los propios alimentos y los empaques también incidió negativamente en la producción de alimentos del primer trimestre. El presidente de Cavidea también advirtió esta situación en febrero pasado, especialmente en lo referido a los empaques. Sin embargo, también han sido frecuentes en lo que va de año los reclamos de la industria relacionados con los problemas en la emisión de permisos de movilización y de los certificados para la compra o importación de insumos. En cuanto a las fallas de la crisis eléctrica, las estadísticas de Cavidea señalan que los cortes del servicio afectan hasta un 2,8% de la producción local. En los últimos años otro de los factores que ha interrumpido la dinámica de la agroindustria es la sobrevaluación del bolívar. Un tipo de cambio anclado con una inflación sostenida hace más atractivo el negocio de la importación que el de la producción, y las compras en el exterior se convierten en el camino más expedito para cubrir la demanda. Paradójicamente, desde el discurso oficial se insiste en que las políticas económicas han favorecido a la producción de alimentos en el país. Señales negativas Las primeras señales negativas en la agroindustria durante este año estaban en el índice de alimentos controlados que elabora la Cámara Venezolana de la Industria de Alimentos (Cavidea). En el informe de febrero el gremio reportó una disminución de 0,67% en las toneladas vendidas con respecto al mismo período del año pasado. El estudio, que analiza el comportamiento en 19 alimentos prioritarios, reflejó que en febrero de este año disminuyeron las ventas en ocho rubros básicos, mientras que otros siete mostraron un alza. La caída más pronunciada fue en el rubro de leche en polvo. Tomado de El Universal.

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