viernes, 29 de junio de 2012

Voracidad fiscal debilita al país ante caída del barril de petróleo



Venezuela intentará que la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) tome medidas ante la baja de los precios del petróleo, que en el caso de la cesta de crudo venezolana implica una baja de 23% en su valor desde finales de febrero, y que hace temer por la fortaleza fiscal de la República ante la voracidad del gasto del Gobierno nacional ante un posible escenario de reducción prolongada de precios del petróleo. El ministro de Petróleo y Minería, Rafael Ramírez, anunció ayer a Reuters que Venezuela propondrá a la OPEP que se reinstale un sistema de bandas de precios a fin de controlar la volatilidad de los precios del crudo. El piso sería de 80 dólares y el techo quedaría en 120 dólares por barril, para buscar un equilibrio entre los intereses de productores y consumidores de petróleo, en medio de un veloz declive de las cotizaciones, con una banda que "sería lo suficientemente amplia para que sea flexible".
El sistema de bandas, basado en el precio de la cesta OPEP, operó durante cinco años como un mecanismo casi automático de incremento o recorte de la producción conjunta de los países miembros para mantener las cotizaciones dentro de un rango de equilibrio. Vulnerabilidad Para Venezuela la caída del precio obedece no solo a la crisis financiera europea y al débil crecimiento en Estados Unidos. El martes en la noche el propio presidente Hugo Chávez apuntó hacia Arabia Saudí, el primer productor de petróleo del mundo, como una de las causas del desplome del precio del crudo al producir "cerca de dos millones de barriles diarios por encima de la cuota de la OPEP", lo cual incide en la baja de los precios del crudo, según una nota del ministerio de Petróleo. El economista y profesor de la Universidad Central de Venezuela, Luis Oliveros, la baja de los precios podría entrar en una etapa de "meseta" en que se estabilice. Pero advierte que para Venezuela, a diferencia de la mayoría de los países de la OPEP, una caída en el promedio del barril por debajo de los 100 dólares implica un desajuste fiscal. "Muchos de los países petroleros, excepto por Irán y Venezuela, tienen un punto de equilibrio en sus presupuesto con respecto al petróleo en torno a los 70 o 75 dólares por barril, y eso les da tranquilidad", afirma Oliveros. Pero también destaca que "por primera vez el presidente Chávez ataca directamente a Arabia Saudí, que tiene una producción por encima de su cuota porque necesita estabilidad en la economía mundial, con un precio que no supere los 100 dólares por barril". Esto indica que el reino saudí está trabajando con los países del G20, lo que fue calificado ayer por el ministro Ramírez como "increíble", pues cree que Arabia Saudí debería "estar coordinando con los países consumidores, no con los países productores. No sé cuáles son las motivaciones que tienen". El economista observa que "este llamado a un sistema de bandas, más que estabilidad, luce como preocupación en Venezuela por la caída de los precios, que además implica limitaciones geopolíticas". Y aunque el Ejecutivo nacional ha reiterado que no hay ningún problema para cumplir el presupuesto y tener los recursos para los programas sociales, Oliveros recuerda que Venezuela no cumplió las reglas de control fiscal, ni creo un fondo de ahorro que permitiera afrontar un período de caída de precios. "En lo que resta del año 2012 el Gobierno evitará cualquier tipo de ajuste fiscal, y para ello podrá hacer uso de los fondos de los que dispone, con alrededor de 15 mil millones de dólares. Pero para el año 2013 una devaluación luce inevitable, sin importar el vencedor de las próximas elecciones presidenciales. Y el tamaño del ajuste dependerá del segundo semestre", subraya Oliveros.  Tomado de El Universal.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Por favor, déjanos conocer tus comentarios.