Industria nacional estancada pese al crecimiento económico

El crecimiento de 4% que registró el Producto Interno Bruto (PIB) el año pasado no logra ocultar la fatiga que sufre la industria nacional. Si bien es cierto que la economía local parece haber dejado atrás la recesión, gracias a los altos precios del petróleo, el sector manufacturero permanece estancado. De acuerdo al mensaje de fin de año de Nelson Merentes, presidente del Banco Central de Venezuela (BCV), la manufactura creció 3,5%, cifra que supone una recuperación tras las contracciones registradas en 2009 y 2010.
Al detallar los datos oficiales no sólo se aprecia que es un crecimiento por debajo del que tuvo la economía nacional, sino que la industria está lejos de los saltos de 6,6%, 5,7% y 7,6% que registraron comercio y servicios de reparación, transporte y almacenamiento, y comunicaciones, respectivamente. "La manufactura está creciendo a un ritmo menor al del resto de la economía. Otros sectores crecen más rápido", expresó Efraín Velázquez, presidente del Consejo de Economía Nacional. Agrega el economista que si se observa el ritmo de expansión que ha tenido la manufactura en los últimos cinco años apenas alcanza un promedio anual de 1,3%, mientras que sectores como el comercio promedian 4,7% en ese lapso. Especialistas tildan a este fenómeno como el de un crecimiento de "baja calidad" ya que los ingresos petroleros no se están aprovechando para diversificar la economía y generar empleos productivos, sino que obedece a un salto del consumo. La desindustrialización Más allá de los resultados del año pasado, Velázquez asegura que la última década se ha producido una desindustrialización del país, ya que la manufactura ha perdido peso en la conformación del PIB. En efecto, al desagregar el PIB se aprecia que en diez años la manufactura pasó de representar casi 18% del PIB a poco más de 14%. Otro dato que confirma la merma de la actividad industrial está asociado con las exportaciones no petroleras. El BCV reportó que el año pasado los ingresos por ese concepto se ubicaron en 4.505 millones de dólares. La cifra representa un alza de 31,4% con respecto a 2010, pero se ubica casi que en el mismo nivel de 1999. Para el presidente del Consejo de Economía Nacional la realidad de la industria nacional es "consecuencia directa" de una errada política económica marcada por la sobrevaluación del bolívar y la dependencia de las importaciones. "Con un tipo de cambio rezagado la economía sufre y la demanda se cubre con importaciones", apuntó Velázquez. La densidad industrial es otro de los indicadores que ayuda a entender el debilitamiento del aparato productivo. De acuerdo a estudios de Víctor Álvarez, ex ministro de Industrias Básicas y minería y actual investigador del Centro Internacional Miranda (CIM), en Venezuela existen 0,3 industrias por cada mil habitantes, estadística muy por detrás de países como Colombia o México que cuentan con 1,2 y 1,7 establecimientos industriales por cada mil habitantes, respectivamente. Desde la Confederación Venezolana de Industriales (Conindustria) se ha advertido en distintas oportunidades la necesidad de dar un vuelco a la política económica, especialmente en lo referido al acoso al sector privado y el clima de inversión en el país. Las estadísticas del gremio señalan que el año pasado el Gobierno nacional intervino 497 empresas para totalizar 1.087 desde 2002. "Se necesita diálogo entre el sector público y privado para mejorar la producción y el empleo", reclamó a finales del año pasado Carlos Larrazábal, presidente de Conindustria. Un planteamiento similar realizó recientemente el presidente del BCV en entrevista concedida a Globovisión. Allí manifestó la conveniencia de "aumentar la producción" para equilibrar la demanda con la oferta nacional y lograr frenar así la inflación. Sin resultados Desde 1999 el Gobierno nacional ha intentado fórmulas y programas para fortalecer la industria nacional, pero en la mayoría de los casos los resultados no han sido favorables. Entre las más recientes destacan el plan de 27 medidas para "estimular el desarrollo económico productivo" que anunció en 2009 el entonces ministro de Ciencia, Tecnología e Industrias Intermedias, Jesse Chacón. A comienzos de 2010 Hugo Chávez lanzó el Fondo Bicentenario con la intención de aumentar la producción local y disminuir las importaciones. Sin embargo, el año pasado las importaciones fueron de 45 mil 615 millones de dólares, la cifra más elevada en los últimos tres años y hasta el tercer trimestre de 2011 siete subsectores de la manufactura producían menos que en 1997.