martes, 15 de mayo de 2012

Lottt se convierte en un gran reto para el emprendimiento



La insuficiente formación empresarial y la proliferación de medidas cada vez más regulatorias han convertido a Venezuela en uno de los países con alta tasa de mortalidad de empresas nacientes, a pesar de su gran espíritu emprendedor. Mientras algunos países buscan fortalecer la propiedad privada y estimular las inversiones, en Venezuela esta política ha sido al revés. Desde 2003 se ha avanzado en medidas de control de cambio, de precios, expropiaciones y amenazas, que no sólo atentan contra la capacidad industrial instalada en el país sino también contra aquellos emprendimientos que están por venir.
Según el informe Doing Business 2012, que realiza el Banco Mundial, en los últimos años han crecido las dificultades para hacer negocios en el país. De 183 economías examinadas en el mundo, Venezuela ocupa la posición 177, entre las naciones con mayores problemas para hacer negocios. Según cifras del Instituto Nacional de Estadística (INE), en la última década el número de patronos y empleadores se ha reducido en 27,6%. En marzo de 2002 eran 617.486 los empleadores del país y en igual mes de este año sobrevivían apenas 447.055. Uno de los mayores retos que enfrentará la actividad emprendedora en el país será la nueva Ley del Trabajo (Lottt), por las mayores obligaciones a las que estarán sujetas las empresas desde la vuelta de la retroactividad de las prestaciones, reducción de la jornada laboral, aumento del bono vacacional y de utilidades, hasta la estabilidad prácticamente absoluta del trabajador. Según Henkel García, director de Econométrica, el impacto debe medirse tanto en las empresas que están operativas actualmente como en aquellas que están en gestación. En el caso de una empresa constituida con 3, 5 ó 10 empleados, que mantiene una política continua de aumento salarial, puede ser que tenga una carga en la nómina el nuevo esquema retroactivo de prestaciones, si se mantiene el escenario de alta inflación. De lo contrario, el tema de las prestaciones no cumplirá un rol protagónico. Para los nuevos proyectos se convertirá en un desestímulo al momento de contratar personal por los costos de nómina y el poder ampliado que le confiere algunos artículos de la Lottt a los trabajadores para que vigilen los costos y las ganancias de la empresa. Afirma que la reacción del emprendedor será asumir personalmente las labores, para tratar de sobrevivir. García explica que en cualquiera de los dos escenarios los emprendedores se verán animados a desarrollar una política de negociación con su personal. No descarta que el aumento de salario sea menor al deseado por el trabajador y que las empresas lo compensen con otros beneficios que no incidan en el cálculo de prestaciones, como el bono de alimentación. Contra la productividad Además de la nueva relación que llevarán empleados y patronos, el directivo de Econométrica criticó que la Ley del Trabajo vaya "en contra de la productividad". Señala que los empresarios van a estar sometidos a jornadas de trabajo menores, pero pagando igual o más salario aunque lo que se produzca por semana también va a disminuir. La Ley del Trabajo fijó en 40 horas la jornada laboral a la semana, con la condición de que se generen dos días de descanso continuos para el trabajador. Para su aplicación se acordó el lapso de un año mientras "las entidades de trabajo organizarán sus horarios con participación de los trabajadores y consignarán los horarios de trabajo en las Inspectorías del Trabajo de su jurisdicción, a los efectos legales correspondientes". De acuerdo a la tercera disposición transitoria de la Lottt, el salario de los trabajadores no podrá ser rebajado como consecuencia de la reducción de la jornada laboral. Tomado de el Universal.

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